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La finca se ubica en pleno Centro de la Ciudad dentro del Casco Histórico de Sevilla, en la influencia de la Plaza del Pan y Salvador, calle de unión entre estas plazas y la plaza de la Encarnación dentro del entorno del comercio tradicional de Sevilla. La finca original la encontramos  totalmente apuntalada, en un estado de abandono prolongado en el tiempo.

El proyecto con actitud de respeto a la configuración preexistente fundamentalmente abarca la reconstrucción estructural de muros y forjados en todas las plantas, y la modificación de la escalera, demolidas por los antiguos propietarios asi como la necesidad de introducir un ascensor que comunique las tres plantas de viviendas. Se respeta la configuración formal en planta disponiendo una vivienda por planta y de igual manera se recuperar  la planta baja en su estado original separando mediante vestíbulo el uso comercial del de vivienda.

Los acabados son sobrios, neutros y comedidos en lo económico, en el interior paramentos blancos, mármol blanco río, carpinterías en DM para pintar y aluminio; en el exterior mortero de cal y cubos de acero en blanco roto, carpinterías y herrajes en gris marengo. Se intentan buscar una unidad que vinculen exterior e interior en un todo,  coherentes como viviendas para alquiler: sin excesos pero sin defectos.